Descubriendo los arrecifes coralinos del golfo de Morrosquillo
Según estudios realizados en la década pasada en el área del golfo de Morrosquillo, se determinó una completa ausencia de uno de los ecosistemas más productivos y biodiversos del trópico: los arrecifes de coral. Por el contrario, se mapearon extensas áreas de praderas de pastos marinos.
MoAm en el desarrollo de sus investigaciones, encontró que una gran proporción (al menos el 50 %) de estas praderas de pastos, corresponden a los arrecifes de coral; hábitats de una gran diversidad de especies. En el golfo, estos ecosistemas están distribuidos en el norte y en el sur, y en la actualidad se tiene conocimiento de 15 formaciones coralinas de diferente tipo, como arrecifes de barrera, franjeantes y de parche, los cuales constituyen importantes caladeros de pesca en el sector, y en todos se percibieron signos de degradación debido a los diversos impactos antrópicos.
En estos ecosistemas, hasta el momento se tienen registradas 74 especies de peces, 15 macroinvertebrados móviles y 27 especies de corales. Dentro de esta diversidad, se encuentran especies amenazadas de peces como el mero guasa Epinephelus itajara, el pez ballesta Balistes vetula, el burro Anisotremus moricandi y el pargo pluma Lachnolaimus maximus. Invertebrados como la langosta espinosa Panulirus argus, el cangrejo rey Mithrax spinosissimus y el erizo Diadema antillarum. Corales como el cuerno de venado Acropora cervicornis, el lechuga Agaricia tenuifolia, el coral de dedos Porites porites, así como los corales de flor Mussa angulosa y Eusmilia fastigiata.
Estos resultados revelan la importancia de ejecutar una completa caracterización de dichos arrecifes, para valorar su extensión, diversidad y estado ambiental, con la intención de determinar los planes de manejo y restauración ecológica necesarios para su conservación.
Este investigación fue presentada en modalidad de póster en el marco del XV Seminario Nacional de Ciencias y Tecnologías del Mar – XV SENALMAR, Cartagena, Colombia.